El SEÑOR ha hecho grandes cosas por nosotros; [de lo cual] nos alegramos.

Ver. 3. El Señor ha hecho grandes cosas ] qd Es una vergüenza, entonces, que no lo digamos, mucho más; y, por santa avaricia, quitar de la boca las alabanzas, que no son partícipes de ella, sino espectadores. Que lo digan los redimidos del Señor, hablando bien de su nombre.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad