Su salida es desde el extremo de los cielos, y su recorrido hasta los extremos de él, y nada se esconde de su calor.

Ver. 6. Su salida es del fin del cielo ] es decir, del este al oeste, en cuyo curso, sin embargo, mientras recorre el círculo del cielo y la tierra, recorre el sur y el norte, y es incansable.

Y no hay nada escondido de su calor ] es decir, del beneficio del calor del sol, que es ut cor incorpore, como el corazón en el cuerpo, dice Aben Ezra; todas las cosas sienten el calor acelerado del sol; no solo las raíces de árboles, plantas, etc., sino también metales y minerales, en las entrañas de la tierra.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad