Hijas de reyes estaban entre tus distinguidas mujeres: a tu diestra estaba la reina de oro de Ofir.

Ver. 9. Las hijas de los reyes estaban entre tus mujeres honorables] Tus damas de honor atendiendo a tu consorte real (porque después de la descripción de Cristo, el esposo, sigue a otro, de la reina, su esposa y de las nupcias reales): o, Hijas de reyes están en tu hermosura, es decir, en tu hermosura con que las vestiste, Ezequiel 16:14 ; porque toda la valentía de la Iglesia es prestada, y todas sus hijas, i.

mi. los miembros, no están adornados con su propio atuendo apropiado, Sed regio mundo et ornatu, fuera del guardarropa del Rey Cristo; esta es la justicia de los santos, Apocalipsis 19:8 , a saber. imputado e impartido.

A tu diestra ] que es un lugar de dignidad y seguridad. Como Cristo está a la diestra del Padre, así la Iglesia está a la diestra de Cristo; donde, como su esposa, brilla con los rayos de su Marido. Esto es muy cómodo.

Soportó a la reina ] Heb. la esposa, adiutorium illi exacte responde, como Génesis 2:18 , dice Aben Ezra. De nuestro Eduardo III dice el cronista, que estaba feliz en su esposa, una dama de excelente virtud, que empataba con él en todos los cursos de honor que correspondían a su lado; y parecía una pieza tan justa para él, como le respondía acertadamente en cada porro (Hist. de Daniel).

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad