15-18 Dios gobernó de tal manera los corazones de estos reyes, por su poder sobre ellos, y por su providencia, que ellos hicieron aquellas cosas, sin proponérselo, que él propuso y predijo. Verán su locura, y cómo han sido hechizados y esclavizados por la ramera, y serán convertidos en instrumentos de su destrucción. Ella era la gran ciudad que reinaba sobre los reyes de la tierra, cuando Juan tuvo esta visión; y todos saben que Roma es esa ciudad. Los creyentes serán recibidos para la gloria del Señor, cuando los hombres malvados sean destruidos de la manera más espantosa; su unión en el pecado, se convertirá en odio y furia, y ayudarán ansiosamente a atormentarse unos a otros. Pero la porción del Señor es su pueblo; su consejo permanecerá, y él hará todo lo que le plazca, para su gloria y la felicidad de todos sus siervos.

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