13-21 Sonó la trompeta del sexto ángel, y aquí el poder de los turcos parece ser el tema. Su tiempo es limitado. No solo mataron en la guerra, sino que trajeron una religión venenosa y ruinosa. La generación anticristiana no se arrepintió bajo estos terribles juicios. De esta sexta trompeta aprende que Dios puede hacer que un enemigo de la iglesia sea un azote y una plaga para otro. La idolatría en los restos de la iglesia oriental y en otros lugares, y los pecados de los cristianos profesos, hacen que esta profecía y su cumplimiento sean más maravillosos. Y el lector atento de las Escrituras y la historia, puede encontrar su fe y esperanza fortalecidas por los acontecimientos, que en otros aspectos llenan su corazón de angustia y sus ojos de lágrimas, mientras ve que los hombres que escapan de estas plagas, no se arrepienten de sus malas obras, pero sigue con la idolatría, la maldad y la crueldad, hasta que la ira llegue a ellos al máximo.

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