1-8 Esta visión contiene las mismas representaciones proféticas con el sueño de Nabucodonosor. El gran mar agitado por los vientos, representaba a la tierra y a los habitantes en ella preocupados por príncipes y conquistadores ambiciosos. Las cuatro bestias significaban los mismos cuatro imperios, como las cuatro partes de la imagen de Nabucodonosor. Los poderosos conquistadores no son más que instrumentos de la venganza de Dios sobre un mundo culpable. La bestia salvaje representa las características odiosas de sus personajes. Pero el dominio dado a cada uno tiene un límite; su ira se hará para alabar al Señor, y el resto de ella la retendrá.

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