Deuteronomio 32:3-6

3-6 "Él es una Roca". Esta es la primera vez que Dios es llamado así en la Escritura. La expresión denota que el poder divino, la fidelidad y el amor, tal como se revelan en Cristo y el evangelio, forman un fundamento que no puede ser cambiado o movido, sobre el cual podemos construir nuestras esperanzas de felicidad. Y bajo su protección podemos encontrar refugio de todos nuestros enemigos y en todas nuestras dificultades; como las rocas en esos países protegían de los ardientes rayos del sol y de las tempestades, o eran fortalezas contra el enemigo. "Su obra es perfecta": la de redención y salvación, en la que se manifiestan todas las perfecciones divinas, completa en todas sus partes. Todos los tratos de Dios con sus criaturas están regulados por una sabiduría que no puede errar y una justicia perfecta. Él es realmente justo y recto; se asegura de que nadie sufra pérdidas por su causa. Se presenta un gran cargo contra Israel. Incluso los hijos de Dios tienen sus manchas, mientras están en este estado imperfecto; porque si decimos que no tenemos pecado, ninguna mancha, nos engañamos a nosotros mismos. Pero el pecado de Israel no era pecado habitual, notorio, no arrepentido; lo cual es una señal segura de los hijos de Satanás. Fueron insensatos al abandonar sus misericordias por vanidades mentirosas. Todos los pecadores voluntarios, especialmente los pecadores en Israel, son necios e ingratos.