1-4 Moisés parecía no querer dejar su trabajo; pero una vez terminado, no manifestó renuencia a morir. Dios había declarado que no debía entrar a Canaán. Pero el Señor también prometió que Moisés debería verlo, y le mostró toda esa buena tierra. Tal vista los creyentes ahora tienen, por gracia, la dicha y la gloria de su futuro estado. A veces Dios reserva los descubrimientos más brillantes de su gracia a su pueblo para apoyar sus momentos de muerte. Aquellos pueden abandonar este mundo con alegría, que mueren en la fe de Cristo y en la esperanza del cielo.

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