31-39 La túnica del efod estaba debajo del efod y llegaba hasta las rodillas, sin mangas. Aarón debía ministrar en las vestiduras designadas. Debemos servir al Señor con santo temor, como aquellos que saben que merecen morir. En la frente de Aarón había una placa de oro con la inscripción "Santidad al Señor". Aarón era así recordado de que Dios es santo y que sus sacerdotes deben ser santos, consagrados al Señor. Esto debía aparecer en sus frentes, en una profunda profesión de su relación con Dios. Debía estar grabado como los grabados de un sello, profundo y duradero; no pintado para ser lavado, sino firme y duradero; así debe ser nuestra santidad para el Señor. Cristo es nuestro Sumo Sacerdote; a través de Él, nuestros pecados nos son perdonados y no se nos imputan. Nuestras personas, nuestras acciones, son agradables a Dios por causa de Cristo y de ningún otro modo.

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