15-20 Qué cambio es, bajar del monte de comunión con Dios para conversar con un mundo pecador. En Dios vemos solo lo que es puro y agradable; en el mundo vemos solo lo que es pecaminoso y provocativo. Para demostrar que un ídolo no es nada en el mundo, Moisés molió el becerro hasta convertirlo en polvo. Mezclando este polvo con su bebida, simbolizaba que el que se aparta de corazón se llenará con sus propios caminos.

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