8-10 Un remanente de Israel debe quedar; al fin deberían recordar al Señor, sus obligaciones con él y la rebelión contra él. Los verdaderos penitentes ven que el pecado es esa cosa abominable que el Señor odia. Los que verdaderamente detestan el pecado, se detestan a sí mismos a causa del pecado. Dan gloria a Dios por su arrepentimiento. Cualquier cosa que lleve a los hombres a recordarlo, y sus pecados contra él, debe considerarse como una bendición.

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