25-28 Escuchar que José está vivo es una noticia demasiado buena para ser verdad; Jacob se desmaya, porque él no lo cree. Nos desmayamos, porque no creemos. Finalmente, Jacob está convencido de la verdad. Jacob era viejo y no esperaba vivir mucho. Él dice: Deja que mis ojos se refresquen con esta vista antes de que se cierren, y luego no necesito más para hacerme feliz en este mundo. Contempla a Jesús manifestándose como un Hermano y un Amigo a aquellos que alguna vez fueron sus despreciadores, sus enemigos. Les asegura su amor y las riquezas de su gracia. Les ordena que dejen de lado la envidia, la ira, la malicia y la lucha, y que vivan en paz unos con otros. Les enseña a renunciar al mundo por él y su plenitud. Él suministra todo lo que es necesario para llevarlos a casa para que él también esté. Y aunque, cuando finalmente envía a buscar a su pueblo, pueden sentir dudas y temores por un tiempo, pero la idea de ver su gloria y estar con él, les permitirá decir: es suficiente, estoy dispuesto a morir; y voy a ver y a estar con el Amado de mi alma.

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