Hechos 2 - Introducción

El descenso del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. (1-4) Los apóstoles hablan en diversos idiomas. (5-13) el discurso de Pedro a los judíos. (14-36) Tres mil almas convertidas. (37-41) La piedad y el afecto de los discípulos. (42-47)... [ Seguir leyendo ]

Hechos 2:1-4

1-4 No podemos olvidar cuántas veces, mientras su Maestro estaba con ellos, había disputas entre los discípulos, que debían ser las mayores; pero ahora todas estas disputas habían terminado. Últimamente habían orado más juntos. Si queremos que el Espíritu sea derramado sobre nosotros desde lo alto,... [ Seguir leyendo ]

Hechos 2:5-13

5-13 La diferencia de idiomas que surgió en Babel ha dificultado mucho la difusión del conocimiento y la religión. Los instrumentos que el Señor empleó por primera vez para difundir la religión cristiana no podrían haber progresado sin este don, que demostró que su autoridad era de Dios.... [ Seguir leyendo ]

Hechos 2:14-21

14-21 El sermón de Pedro muestra que estaba completamente recuperado de su caída, y completamente restaurado al favor divino; porque él que había negado a Cristo, ahora lo confesaba audazmente. Su relato de la efusión milagrosa del Espíritu tenía por objeto despertar a los oyentes para que abrazaran... [ Seguir leyendo ]

Hechos 2:22-36

22-36 A partir de este don del Espíritu Santo, Pedro les predica a Jesús: y aquí está la historia de Cristo. Aquí hay un relato de su muerte y sufrimientos, que ellos presenciaron sólo unas semanas antes. Su muerte es considerada como un acto de Dios; y de maravillosa gracia y sabiduría. Así, la jus... [ Seguir leyendo ]

Hechos 2:37-41

37-41 Desde la primera entrega de ese mensaje divino, parecía que había un poder divino que lo acompañaba; y miles fueron llevados a la obediencia de la fe. Pero ni las palabras de Pedro, ni el milagro que presenciaron, podrían haber producido tales efectos, si no se hubiera dado el Espíritu Santo.... [ Seguir leyendo ]

Hechos 2:42-47

42-47  En estos versos tenemos la historia de la iglesia verdaderamente primitiva, de los primeros días de ella; su estado de infancia ciertamente, pero, como eso, el estado de su mayor inocencia. Se aferraban a las santas ordenanzas, y abundaban en piedad y devoción; porque el cristianismo, cuando... [ Seguir leyendo ]

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