15-22 Debemos buscar el logro completo en tiempos y cosas, excediendo los de la iglesia del Antiguo Testamento. Las naciones y sus reyes se expondrán por el bien de la iglesia. Tal salvación, tal redención, será forjada para ti, como se descubre que es la obra del Señor. Todo será cambiado para mejor. En tu tierra nunca más se oirán amenazas de los que hacen violencia, ni quejas de aquellos que sufren violencia. Tus muros serán medios de seguridad, tus puertas serán escritas con alabanzas a Dios. Al final de este capítulo hay imágenes y expresiones utilizadas en la descripción de la Nueva Jerusalén, Apocalipsis 21:23; Apocalipsis 22:5. Nada puede responder a esto, sino un futuro estado glorioso de la iglesia en la tierra, o el estado de la iglesia triunfante en el cielo. Aquellos que hacen de Dios su única luz, deberán tenerlo como su luz suficiente. Y la felicidad no conocerá cambio ni aleación. No hay personas en la tierra que sean todas justas; pero no hay mezclas en el cielo. Serán completamente justos. Los espíritus de los hombres justos serán perfeccionados allí. La gloria de la iglesia será para el honor de Dios. Cuando esté terminado, aparecerá una obra de maravilla. Puede parecer demasiado difícil de lograr, pero el Dios del poder todopoderoso lo ha emprendido. Puede parecer retrasado y pospuesto; pero el Señor lo acelerará en el tiempo señalado por su sabiduría, aunque no en el tiempo prescrito por nuestra locura. Deje que esta esperanza nos anime bajo todas las dificultades y nos motive a toda diligencia, para que podamos tener una entrada abundante en este reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

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