9-14 Dios será muy amable. Debemos comenzar con su promesa, de allí surgen todas las misericordias. Muchos serán llevados a la iglesia, incluso de países lejanos. Cristo siempre está listo para recibir a todos los que vienen a él; y la puerta de la misericordia está siempre abierta, día y noche. Todo lo que se trata de la iglesia se le hará útil. Pero aquellos que no estarán sujetos al cetro de oro de Cristo, a su palabra y Espíritu, que no serán guardados por las leyes y reglas de su familia, serán quebrados en pedazos por su vara de hierro. Las ventajas peculiares de cada nación, y de cada descripción de los hombres, se unirán para embellecer la iglesia de Cristo. Debemos suponer que esto se logra en las bellezas de la santidad, y en las gracias y las comodidades del Espíritu, con las cuales se adornan y enriquecen las ordenanzas del Evangelio. Bendito sea su nombre, las puertas de Sión están siempre abiertas a los pecadores que regresan.

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