1-6 Los amigos de Job ahora lo hicieron hablar, y él procedió de una manera grave y útil. Job confiaba en la bondad tanto de su causa como de su Dios; y alegremente le entregó su causa. Pero Job no tuvo la debida reverencia cuando habló de Dios como quitándole su juicio y molestando su alma. Resolver que nuestros corazones no nos reprochen, mientras mantenemos firme nuestra integridad, desconcierta los designios del espíritu maligno.

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