22-24 El informe que trajeron los espías fue alentador. Todo el pueblo de la región desfallece ante Israel; no tienen ni la sabiduría para ceder ni el valor para luchar. Esos terrores de la conciencia y ese sentido de la ira divina que desconciertan a los impíos, pero no los llevan al arrepentimiento, son presagios temibles de una destrucción inminente. Pero la gracia aún abunda para el peor de los pecadores. Dejen que, sin demora, huyan a Cristo, y todo estará bien.

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