1-3 En este capítulo tenemos la institución de los tiempos santos; muchos de los cuales se han mencionado antes. Aunque las fiestas anuales se hicieron más notables por la asistencia general al santuario, estas no deben observarse más que el sábado. En ese día deben retirarse de todos los negocios del mundo. Es un sábado de descanso, que tipifica el descanso espiritual del pecado y el descanso en Dios. Los días de reposo de Dios deben ser observados religiosamente en cada casa privada, por cada familia aparte, así como por las familias juntas, en asambleas santas. El día de reposo del Señor en nuestras viviendas será su belleza, fortaleza y seguridad; los santificará, edificará y glorificará.

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