1-10 Nuestro Señor Jesús animó a los más humildes a acudir a él en busca de vida y gracia. Cristo conoce y considera nuestros estados de ánimo. La generosidad de Cristo está siempre dispuesta; para mostrarlo, repitió este milagro. Sus favores se renuevan según nuestras necesidades. Y no deben temer la carencia quienes tienen a Cristo para vivir por fe, y lo hacen con acción de gracias.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad