1-5 Se llama a la gente a declarar por qué estaban cansados ​​de la adoración de Dios y propensos a la idolatría. El pecado causa la controversia entre Dios y el hombre. Dios razona con nosotros, para enseñarnos a razonar con nosotros mismos. Permítales recordar los muchos favores de Dios para ellos y sus padres, y comparar con ellos su conducta indigna e ingrata hacia él.

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