10-15 La provocación fue muy grande; sin embargo, Moisés se expresó de otra manera que se convirtió en él. Subestimó el honor que Dios le había puesto. Magnificó sus propias actuaciones, mientras que tenía la sabiduría Divina para dirigirlo, y el poder Todopoderoso para dispensar recompensas y castigos. Él habla con desconfianza de la gracia divina. Si el trabajo hubiera sido mucho menor, no podría haberlo hecho con sus propias fuerzas; pero si hubiera sido mucho mayor, a través de Dios fortaleciéndolo, podría haberlo hecho. Oremos, Señor, no nos dejes caer en la tentación.

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