Números 11 - Introducción

* La quema en Taberah. (1-3) La gente codicia la carne y detesta el maná. (4-9) Moisés se queja de su cargo. (10-15) Ancianos nombrados para dividir el cargo. Carne de carne prometida. (16-23) El Espíritu descansa sobre los ancianos. (24-30) Se dan codornices. (31-35)... [ Seguir leyendo ]

Números 11:1-3

1-3 Aquí está el pecado del pueblo; ellos se quejaron. Vea la pecaminosidad del pecado, que toma ocasión del mandamiento para provocar. La debilidad de la ley descubrió el pecado, pero no pudo destruirlo; comprobado, pero no pudo conquistarlo. Ellos se quejaron. Aquellos que tienen un espíritu desco... [ Seguir leyendo ]

Números 11:4-9

4-9 El hombre, después de haber abandonado su descanso adecuado, se siente incómodo y miserable, aunque próspero. Estaban cansados ​​de la provisión que Dios había hecho para ellos, a pesar de la comida sana y nutritiva. No costó dinero ni atención, y el trabajo de recolectarlo fue muy poco; sin emb... [ Seguir leyendo ]

Números 11:10-15

10-15 La provocación fue muy grande; sin embargo, Moisés se expresó de otra manera que se convirtió en él. Subestimó el honor que Dios le había puesto. Magnificó sus propias actuaciones, mientras que tenía la sabiduría Divina para dirigirlo, y el poder Todopoderoso para dispensar recompensas y casti... [ Seguir leyendo ]

Números 11:16-23

16-23 Moisés debe elegir lo que él sabía que eran ancianos, es decir, hombres sabios y experimentados. Dios promete calificarlos. Si no se encontraban aptos para el empleo, deberían hacerse aptos. Incluso las personas descontentas se sentirán satisfechas también, para que se pueda detener toda boca.... [ Seguir leyendo ]

Números 11:24-30

24-30 Tenemos aquí el cumplimiento de la palabra de Dios a Moisés, que él debe tener ayuda en el gobierno de Israel. Dio de su Espíritu a los setenta ancianos. Discutieron al pueblo sobre las cosas de Dios, para que todos los que lo oyeran pudieran decir que Dios estaba con ellos de una verdad. Dos... [ Seguir leyendo ]

Números 11:31-35

31-35 Dios cumplió su promesa a la gente, dándoles carne. ¡Cuánto más diligentes son los hombres para recolectar la carne que perece que para trabajar por la carne que perdura hasta la vida eterna! Somos rápidos en los asuntos del tiempo; pero la estupidez nos ciega en cuanto a las preocupaciones de... [ Seguir leyendo ]

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