8-14 Tenemos aquí la mejora que el pueblo de Dios debe hacer de sus apariciones gloriosas y graciosas para ellos. Que se confirme nuestra fe en la palabra de Dios. Que se aliente nuestra esperanza de la estabilidad de la iglesia. Que nuestras mentes se llenen de buenos pensamientos de Dios. Todas las corrientes de misericordia que fluyen hacia nosotros deben ser rastreadas hasta la fuente de su bondad amorosa. Démosle a Dios la gloria de las grandes cosas que ha hecho por nosotros. Deje que todos los miembros de la iglesia se consuelen de lo que el Señor hace por su iglesia. Observemos la belleza, la fuerza y ​​la seguridad de la iglesia. Considera su fuerza; Véalo fundado en Cristo Roca, fortificado por el poder divino, custodiado por Aquel que no duerme ni duerme. Vea qué preciadas ordenanzas son sus palacios, qué preciadas promesas son sus baluartes, para que se les anime a unirse a ellas: y cuénteles esto a los demás. Este Dios, que ahora ha hecho grandes cosas por nosotros, es inmutable en su amor por nosotros y en su cuidado por nosotros. Si él es nuestro Dios, nos guiará y nos mantendrá hasta el final. Él nos guiará tanto como para ponernos por encima del alcance de la muerte, de modo que no nos haga ningún daño real. Nos llevará a una vida en la que no habrá más muerte.

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