1-7 Aunque muchos se han hecho felices en Cristo, todavía hay lugar. Y todos tienen motivos para regocijarse en el gobierno de Cristo. Hay una profundidad en sus consejos, que no debemos pretender comprender; pero aún la justicia y el juicio son la habitación de su trono. El gobierno de Cristo, aunque podría ser motivo de alegría para todos, será motivo de terror para algunos; pero es culpa suya que así sea. La oposición más resuelta y audaz quedará desconcertada ante la presencia del Señor. Y el Señor Jesús llegará pronto y pondrá fin a la adoración de ídolos de todo tipo.

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