6-9 Si Dios construirá Jerusalén para el pueblo y su comodidad, deben habitarla para él y su gloria. Las promesas y privilegios con los que el pueblo de Dios es bendecido, deben comprometernos a unirnos a ellos, lo que nos cueste. Cuando Sión se agranda para dar cabida a todo el Israel de Dios, es la mayor locura que cualquiera de ellos se quede en Babilonia. El cautiverio de un estado pecaminoso no debe continuar de ninguna manera, aunque un hombre puede ser fácil en asuntos mundanos. Escápate por tu vida, no mires detrás de ti. Cristo ha proclamado esa liberación a los cautivos, que él mismo ha forjado, y le concierne a todos resolver que el pecado no tendrá dominio sobre él. Aquellos que se encontrarían entre los hijos de Dios, deben salvarse de este mundo, ver Hechos 2:40. Lo que Cristo hará por su iglesia será una prueba evidente del cuidado y afecto de Dios. El que te toca, toca la niña de sus ojos. Esta es una fuerte expresión del amor de Dios a su iglesia. Toma lo que se hace contra ella como lo que se hace contra la parte más tierna del ojo, para lo cual el menor contacto es una gran ofensa. Cristo es enviado para ser el protector de su iglesia.

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