Lo mató - ¿Pero por qué Dios castiga tan severamente a un buen hombre por una falta tan pequeña? Su pecado no fue pequeño, porque fue una gran desobediencia a un mandamiento positivo. Y no puede parecer extraño que Dios traiga su merecida muerte sobre él de esta manera, para el cumplimiento de sus propios gloriosos designios, para vindicar su propia justicia de la imputación de parcialidad; para asegurar la veracidad de sus predicciones, y así provocar al arrepentimiento a Jeroboam y sus seguidores idólatras; y para justificarse a sí mismo en todos sus terribles juicios que tenía la intención de infligir sobre la casa de Jeroboam y sobre todo el reino de Israel.

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