Murió: esto puede parecer muy severo, considerando que su intención era piadosa y su transgresión no era grande. Pero, además de eso, los hombres son jueces impropios de las acciones de Dios; y que los juicios de Dios son siempre justos, aunque a veces oscuros: es razonable, Dios debería hacer algunos ejemplos actuales de su gran disgusto por los pecados, aparentemente pequeños; en parte, para la demostración de su propia santidad exacta e imparcial; en parte, para el establecimiento de la disciplina, y para el mayor terror y cautela de la humanidad, que es muy propensa a tener pensamientos leves del pecado, y a ceder el paso a los pecados menores, y de ese modo ser conducidos a los mayores; todo lo que es, o puede ser impedido por tales casos de severidad: y en consecuencia, hay más misericordia de Dios, que de su justicia, en tales acciones, porque la justicia se limita a una persona en particular,

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