En Horeb - Dios, que en otros lugares y tiempos apareció en una semejanza a la manera de un hombre, ahora en esta apariencia más solemne, cuando viene a dar leyes eternas para la dirección de los israelitas en la adoración de Dios, y en su deber para con los hombres, evita deliberadamente todas esas representaciones, para mostrar que aborrece todo culto de imágenes, o de sí mismo por imágenes de cualquier tipo, porque él es el Dios invisible y no puede ser representado por ninguna imagen visible.

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