Tenemos aquí la aprobación y conclusión de toda la obra de creación. Observe, la revisión que Dios hizo de su obra, vio todo lo que había hecho - y todavía lo hace; todas las obras de sus manos están debajo de su ojo; el que hizo todo lo ve todo. La complacencia que Dios tomó en su trabajo. Cuando llegamos a revisar nuestros trabajos nos encontramos con vergüenza, que mucho ha sido muy malo; pero cuando Dios revisó el suyo, todo fue muy bien.

1. Fue bueno. Bien, porque todo es agradable a la mente del creador. Bueno, porque responde al final de su creación. Bueno, porque es útil para el hombre, a quien Dios había designado señor de la creación visible. Bien, porque todo es para la gloria de Dios; hay algo en toda la creación visible que es una demostración del ser y las perfecciones de Dios, y que tiende a engendrar en el alma del hombre una consideración religiosa hacia él.

2. Fue muy bueno - Del trabajo de cada día (excepto el segundo) se dijo que era bueno, pero ahora es muy bueno. Porque, 1. Ahora fue hecho el hombre, quien era el principal de los caminos de Dios, la imagen visible de la gloria del Creador, 2. Ahora todo fue hecho, cada parte era buena, pero todas juntas muy buenas. La gloria y la bondad, la belleza y la armonía de las obras de Dios tanto de la providencia como de la gracia, como esta de la creación, aparecerán mejor cuando se perfeccionen.

El momento en que se concluyó este trabajo. Fue la tarde y la mañana el día sexto, de modo que en seis días Dios hizo el mundo. No debemos pensar sino que Dios pudo haber hecho el mundo en un instante: pero lo hizo en seis días, para mostrarse agente libre, haciendo su propio trabajo, tanto a su manera como a su tiempo. ; para que su sabiduría, poder y bondad se nos aparezcan, y meditemos en ellos, con mayor claridad; y que nos diera el ejemplo de trabajar seis días y descansar el séptimo.

Y ahora, mientras Dios repasó su obra, repasemos nuestras meditaciones sobre ella; incitémonos a nosotros mismos ya todo lo que hay dentro de nosotros para adorar al que hizo el cielo, la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. Todas sus obras en todos los lugares de su señorío lo bendicen, y por tanto tú bendigas al Señor, alma mía.

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