No deberíamos haber tenido esta historia del copero y panadero de Faraón registrada en las Escrituras, si no hubiera sido útil para el ascenso de José. El mundo está a favor de la iglesia y es gobernado por su bien. Observe, [1.] Dos de los grandes oficiales de la corte de Faraón, habiendo ofendido al rey, son encarcelados. Tenga en cuenta que los lugares altos son lugares resbaladizos; nada más incierto que el favor de los príncipes.

Aquellos que hacen del favor de Dios su felicidad y su servicio su negocio, encontrarán en él un mejor maestro que el Faraón, y no tan extremo como para señalar lo que hacen mal. Hay muchas conjeturas acerca de la ofensa de estos siervos del Faraón; algunos lo hacen nada menos que un intento de quitarle la vida; otros nada más que el encendido casual de una mosca en su copa, y un poco de arena en su pan: fuera lo que fuese, la Providencia, por este medio, los llevó a la prisión donde estaba José.

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