Recordó los sueños, pero los había olvidado. El depositar los oráculos de Dios en nuestro corazón nos será de gran utilidad en toda nuestra conducta. José tenía un ojo puesto en sus sueños, que sabía que eran divinos, en su carruaje hacia sus hermanos, y apuntaba a cumplirlos, y llevar a sus hermanos al arrepentimiento; y ambos puntos se ganaron. Se mostró duro con ellos: la misma manera de hablar, considerando el puesto que ocupaba, fue suficiente para asustarlos, porque les habló con rudeza: los acusó de malos planes contra el gobierno, los trató como personas peligrosas, sois espías, protestando por la vida de Faraón que lo eran.

Algunos hacen de eso un juramento, otros lo convierten en una vehemente aseveración; sin embargo, fue más que sí, sí, y no, no, y por lo tanto vino del mal. Entonces ellos fueron muy sumisos; le hablaron con todo respeto; no, mi señor. Niegan modestamente la acusación, no somos espías; le cuentan sus negocios, vinieron a comprar comida, dan una cuenta particular de ellos mismos y de su familia, Génesis 42:13 , y eso era lo que él quería.

Los aplaudió a todos en la cárcel durante tres días. Por fin concluyó con ellos que uno de ellos debería ser dejado como rehén y el resto debería irse a casa a buscar a Benjamín. Fue una palabra muy alentadora que dijo: Temo a Dios; qd Pueden estar seguros de que no les haré ningún mal, no me atrevo, porque sé que tan alto como estoy, hay uno más alto que yo. Dios será un freno para los que están en el poder, para evitar que abusen de su poder y los sometan a la opresión y la tiranía:

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