Mi siervo: un tipo de aquel que era el siervo más amado de Dios. Como sello, que es muy valorado y se mantiene cuidadosamente. Así será el antitípico Zorobabel, el Mesías, rey adelantado, amado e inviolablemente preservado, y supremo sobre su iglesia. De hecho, es el sello a la diestra de Dios. Porque todo poder le es dado y se deriva de él. En él está firmada y santificada la gran carta del evangelio, y es en él que todas las promesas de Dios son sí y amén.

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