El Señor Dios de los ejércitos, el que apareció y habló, que prometió la bendición y ordenó la reforma en Betel, era Jehová, el Dios eterno e inmutable; quién puede cumplir su promesa y ejecutar su amenaza, quién es el enemigo más terrible y el amigo más deseable. El Señor - Jehová, repitió para confirmación. Su memorial: por esto será conocido.

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