En ese día, en el día del evangelio, la gracia. Oiré: Dios, la causa primera y universal, influirá en los cielos, mandará su rocío y sus lluvias. Cuando la tierra está seca, por así decirlo, clama a los cielos por lluvias refrescantes, cuando la semilla sembrada, las vides y los olivos plantados, están en pie, claman a la tierra por sus bondadosas influencias, para que broten. Levántate y da fruto para Jezreel, que puede llamar y clamar, pero nunca estará satisfecho si Dios no los escucha y ordena la bendición que promete a su pueblo al renovar el pacto con ellos.

Ahora su arrepentimiento será bendecido con abundancia, y Dios establecerá el marco del cielo y la tierra en el debido orden para lograr esto; Habrá armonía entre todas las causas subordinadas impulsadas por Dios, la primera gran causa, de donde se producirán los acontecimientos y frutos esperados para su bien y consuelo.

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