Abierto: ilumina mi mente con la luz de tu Espíritu Santo y disipa toda ignorancia y error. He aquí: esas grandes y maravillosas profundidades de la sabiduría y la bondad divinas, y esos profundos misterios de Cristo, y la gracia de Dios para la humanidad, y de ese estado eterno, que no deben ser conocidos sino por la iluminación divina.

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