Tertuliano Tratado sobre el alma

ni experimentaron la muerte: fue pospuesta, (y sólo pospuesta), ciertamente: están reservados para el sufrimiento de la muerte, para que con su sangre puedan extinguir al Anticristo.[298]

Fragmentos dogmáticos e históricos de Hipólito

Porque Juan dice: "Y daré poder a mis dos testigos, y profetizarán por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio"[105].

Fragmentos dogmáticos e históricos de Hipólito

Y a la mujer le fueron dadas dos alas de la gran águila, para que volara al desierto, donde se sustentará por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo, de la faz de la serpiente.”[146]

Fragmentos dudosos de Hipólito

Y la mitad de la semana la tomarán los dos profetas, junto con Juan, con el fin de anunciar a todo el mundo la venida del Anticristo, es decir, durante "mil doscientos sesenta días vestidos de cilicio"; 68]

La historia de José el carpintero

Pero con referencia a Enoc y Elías, y cómo ellos permanecen vivos hasta el día de hoy, conservando los mismos cuerpos con los que nacieron; y en cuanto a mi padre José, a quien no se le ha permitido permanecer en el cuerpo, así como a ellos: en verdad, aunque un hombre viva en el mundo muchas miríadas de años, sin embargo, en un momento u otro se ve obligado a cambiar la vida para la muerte. Y os digo, oh hermanos míos, que ellos también, Enoc y Elías,[31]

Evangelio de Nicodemo II El descenso de Cristo a los infiernos

e vosotros, que no habéis visto la muerte, ni habéis descendido al Hades, sino que moráis en el paraíso en vuestros cuerpos y vuestras almas? Respondió uno de ellos, y dijo: Yo soy Enoc, que fue agradable a Dios, y que fue trasladado aquí por Él; y este es Helias el Tesbita; y nosotros también hemos de vivir hasta el fin del mundo; y luego seremos enviados por Dios para resistir al Anticristo, y ser asesinados por él, y después de tres días resucitar, y ser arrebatados en las nubes para encontrarnos con el Señor.[22]

Evangelio de Nicodemo II El descenso de Cristo a los infiernos

Aquí tampoco hasta ahora hemos gustado la muerte, sino que hemos sido reservados para la venida del Anticristo, por señales y prodigios divinos, para pelear con él, y, siendo muertos por él en Jerusalén, después de tres días y medio día para ser llevado vivo de nuevo en las nubes.[66]

Revelación de Pablo

Y le pregunté al ángel: Señor mío, ¿quién es éste? Y me dijo: Este es Enoc, el testigo del último día.[19]

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