Diálogo de Justino

Son estos: 'Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con todas tus fuerzas, ya tu prójimo como a ti mismo'[366].

Clemente de Alejandría El Instructor Libro I

pero a nosotros nos ha dirigido la exhortación: "Amarás al Señor tu Dios"[126].

Clemente de Alejandría El Instructor Libro III

Podemos comprender los mandamientos en dos, como dice el Señor: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas, ya tu prójimo como a ti mismo". Luego de esto infiere, "de esto dependen la ley y los profetas".[177]

Clemente de Alejandría El Instructor Libro III "Especialmente conspicuo es el amor del Instructor expuesto en varios mandamientos saludables, para que sea más fácil el descubrimiento, de la abundancia y disposición de las Escrituras. Tenemos el Decálogo[178]

Tertuliano contra Marción Libro II

. Propuso uno para el hombre obediente, el otro para el transgresor.[175]

Tertuliano sobre la resurrección de la carne

la reina de Su creación, la heredera de Su propia liberalidad, la sacerdotisa de Su religión, la campeona de Su testimonio, la hermana de Su Cristo! Conocemos por experiencia la bondad de Dios; de Su Cristo aprendemos que Él es el único Dios, y el muy bueno. Ahora bien, como exige de nosotros el amor al prójimo después del amor a sí mismo,[61]

Escorpio de Tertuliano

y amando a Dios, a saber, con todas sus fuerzas (por las cuales en la resistencia del martirio mantiene la lucha), con toda su vida[42]

Tertuliano sobre el ayuno

Debo amar a Dios y a mi prójimo como a mí mismo:[17]

Orígenes de Principios Libro II

Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Y a estos añadió: “De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”[42].

Tratado de Cipriano XI Exhortación al martirio dirigida a Fortunato

Este es el primero; y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la ley y los profetas.”[21]

Tratado sobre el rebautismo de un escritor anónimo

Porque de nada aprovecha con esta obra el que no tiene el amor de ese Dios y de Cristo que está anunciado en la ley y en los profetas y en el Evangelio de esta manera: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu mente, y con todo tu pensamiento, y amarás a tu prójimo como a ti mismo. Porque de estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”[40].

Didaché

quien te hizo; segundo, a tu prójimo como a ti mismo;[5]

2 Clemente

Pero, ¿de qué manera lo confesaremos? Haciendo lo que Él dice, y no transgrediendo Sus mandamientos, y honrándolo no solo con nuestros labios, sino con todo nuestro corazón y toda nuestra mente.[28]

2 Clemente

Pero, ¿de qué manera lo confesaremos? Haciendo lo que Él dice, y no transgrediendo Sus mandamientos, y honrándolo no solo con nuestros labios, sino con todo nuestro corazón y toda nuestra mente.[21]

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