Ireneo contra las herejías Libro IV

Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me acogisteis; desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí»[259].

Ireneo contra las herejías Libro IV

estos serán condenados para siempre; y a quien Él diga: "Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros para la eternidad"[406].

Ireneo contra las herejías Libro IV

y que a algunos dirá: "Venid, benditos de mi Padre, recibid el reino que os está preparado"[631].

Clemente de Alejandría El Instructor Libro III

El mismo Instructor volverá a decir, amando referirse a Sí mismo la bondad de los hermanos: "En cuanto lo hicisteis a estos pequeños, a Mí lo hicisteis. Y éstos irán a la vida eterna"[199]. ]

Clemente de Alejandría ¿Quién es el hombre rico que se salvará?

Nuevamente, en el lado opuesto, a aquellos que no han hecho estas cosas, "De cierto os digo, en cuanto no lo habéis hecho a uno de estos más pequeños, no me lo habéis hecho a Mí". 45]

Orígenes de Principios Libro III

Incluso las palabras dirigidas a los que están a su diestra: "Venid a mí, todos vosotros benditos de mi Padre", etc.; "Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber"[45].

Orígenes de Principios Libro III

Y cuando dice a los de su diestra: "Venid, benditos de mi Padre", etc.; "porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber"[57]

Fragmentos exegéticos de Hipólito

Y así, también, los apóstoles inspirados sobreviven y esperan el tiempo de su redención, cuando serán llamados a un reino que no se puede mover, cuando Cristo se dirige a ellos con la palabra: "Venid, benditos de mi Padre, '[ 30]

Fragmentos dogmáticos e históricos de Hipólito

Y a los santos dirá: "Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo"[168].

Tratado de Cipriano IV Sobre el Padrenuestro

Porque ¿cuándo no reina Dios, o cuándo comienza por Aquel que siempre ha sido y nunca deja de ser? Oramos para que venga nuestro reino, que nos ha sido prometido por Dios, que fue adquirido por la sangre y pasión de Cristo; para que nosotros, que primero somos Sus súbditos en el mundo, podamos reinar con Cristo cuando Él reine, como Él mismo promete y dice: "Venid, benditos de mi Padre, recibid el reino que ha sido preparado para vosotros desde el principio del siglo mundo.”[35]

Tratado Cipriano X De los celos y la envidia

Cristo más bien os aplauda y os invite a la recompensa, diciendo: "Venid, benditos de mi Padre, recibid el reino que está preparado para vosotros desde el principio del mundo"[43].

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro V

Entonces ellos también responderán y dirán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces Él responderá y les dirá: De cierto os digo que en cuanto no lo habéis hecho a uno de estos más pequeños, tampoco lo habéis hecho a mí. E irán éstos al castigo eterno.”[2]

Comentario de Orígenes sobre Mateo Libro XI

Los justos, en verdad, están preparados para el reino de los cielos y para la exaltación en el reino de Dios;[161]

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento