Jesús es digno de alabanza Apocalipsis cuatro

Juan había observado la visión de Cristo en medio de los candelabros de oro. Dios le había dicho: "Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia..." Después de haber escrito esas siete cartas, miró para ver qué más podía ver.

Dios abrió una puerta en el cielo y por medio de una visión profética le mostró a Juan muchas otras cosas. Este capítulo proporciona el trasfondo para el recordatorio del libro de Apocalipsis. La situación de Juan es muy parecida a la de Ezequiel cuando, en una visión, fue llevado a Jerusalén y se le permitió mirar a través de una puerta del Templo y ver todas las abominaciones presentes.

En esta visión Juan vio a veinticuatro ancianos, y cuatro bestias o seres vivientes cubiertos de ojos, por delante y por detrás. Juan observó todos estos mientras daban gloria a Dios. Mientras se le daban estas visiones, él estaba en un estado mental muy devoto. Su misión era registrar con precisión las cosas que observaba en estas visiones. El enfoque de esta visión está sobre el Dios Todopoderoso que estaba sentado en el trono. ( Apocalipsis 4:3 ) El único Dios verdadero es vivo, puro y santo. ¡Debemos tenerlo en asombro!

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