Haz la obra de Dios y sé bendecido

Hageo dos

El libro de Hageo fue escrito alrededor del año 520 a. Los cautivos habían regresado a la patria y comenzaron a reconstruir el Templo. Lamentablemente, se concentraron tanto en sus propias cosas materiales que el trabajo se detuvo. La obra de Dios fue relegada a un lugar de mucha menor importancia que la que merecía Su grandeza. También hubo cierta oposición, pero Hageo animó a la gente a ser fuerte y continuar el trabajo.

La gente estaba a gusto viviendo en sus propias casas. Dijeron: No ha llegado la hora, la hora de edificar la casa de Jehová. ( Hageo 1:2 ) Los corazones de Hageo, Zorobabel y Josué se conmovieron y, a su vez, alentaron a la gente a construir el Templo. Hageo comenzó a entregar su mensaje el primer día del sexto mes.

( Hageo 1:1 ) El día 24 de ese mismo mes se reanudó la obra del Templo. ( Hageo 1:15 )

Hageo quería que la gente entendiera que si eran obedientes a Dios en la construcción del Templo, serían bendecidos. Dios les recordó que cumpliría la promesa que les había hecho si eran fieles. "Conforme a la palabra que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi espíritu permanecerá entre vosotros; no temáis". ( Hageo 2:5 ) El Templo fue reconstruido en Jerusalén. Se completó en el 515 a. El mensaje de Hageo fue tanto una advertencia como un mensaje de esperanza futura.

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