Israel continuó en la iniquidad -- Oseas 7:1-6 : Dios intentó sanar a Israel a través de la disciplina correctiva. Para su tristeza, Dios descubrió que Israel solo empeoraba más y más. Su pecado era tan evidente y abierto que Él no tiene más remedio que condenarla. Su disciplina fue motivada por el amor y por Su deseo de que Israel se arrepintiera y fuera salvo.

Él deseaba que Israel volviera a Él y se salvara. Sin embargo, Israel se volvió cada vez más corrupto. En Israel no había lugar donde pudieras estar a salvo de ladrones y salteadores. Israel se volvió en contra de la voluntad de Dios y Su deseo era que volvieran a poseer Su carácter. ¡Lamentablemente, se negaron a hacerlo!

Israel tomó la triste decisión de que vivir con el crimen es mejor que vivir bajo la verdad de Dios. Dios dijo: "No consideran en su corazón que yo me acuerdo de toda su maldad; ahora sus propias obras los han acosado; están delante de mi faz". ( Oseas 7:2 ) De alguna manera eso pensó que Dios no sabía los males que estaban haciendo. La iniquidad de Israel estaba ante la faz de Dios. Estaban equivocados y muy lejos de Dios y ahora deben pagar por sus pecados.

El rey y los príncipes se regocijaron en la maldad y mentiras de su pueblo. Los gobernantes mismos eran malvados y la maldad mantuvo a la gente esclavizada al mal gobierno. Toda la nación de Israel estaba en esta mala condición espiritual. El panadero y el horno caliente representaron cómo el calor de la corrupción de Israel había llegado al punto de merecer un castigo severo. El pueblo de Israel estaba corrupto tanto en un sentido carnal como en un sentido moral.

La descripción dada en Jeremias 5:31 parece muy apropiada para esta ocasión. "Los profetas profetizan mentira, y los sacerdotes gobiernan por medio de ellos; y mi pueblo ama tenerlo así: ¿y qué haréis al fin de esto?" La maldad creció en sus corazones, como calor en el horno, mientras esperaban la oportunidad de hacer el mal. Cuando se presentó la oportunidad de hacer el mal, el calor reprimido de los malos deseos estalló en un fuego llameante e inicuo.

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