Porque tu Padre sabe.

Aquí se da abundante razón para oraciones cortas. El Padre ya sabe lo que necesitamos. Nuestras oraciones no le dicen a nuestro Padre nuestras necesidades, sino que simplemente confesamos nuestra conciencia de ellas y nuestra confianza en que Él puede y las suplirá. Ambos sentimientos deben preceder a la respuesta a la oración. De ahí que la razón resista las vanas repeticiones, no las peticiones infantiles.-- Schaff.

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Nuevo Testamento