La mies a la verdad es mucha, pero los obreros son pocos.

Primero se representa al pueblo bajo la figura de las ovejas, desparramándose, sin. cuidado del pastor; siguiente como. cosecha madura y abandonada, lista para perderse a menos que se envíen segadores para recogerla. Esta misma figura se usa en Juan 4:35-36 , y subyace en las parábolas del sembrador y la cizaña. La gente estaba lista para escuchar, pero faltaban los predicadores.

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Nuevo Testamento