οὐδὲ γὰρ ὁ π . Porque ni aun el Padre (a Quien pertenece el juicio) juzga a ningún hombre . Por tanto, el Hijo tiene ambas potestades, la de dar vida a quien Él quiere, y la de juzgar; pero la segunda es sólo el corolario de la primera. Aquellos a quienes Él no quiere dar vida son por ese mismo hecho juzgados, separados de los vivos y dejados en la muerte que ellos han elegido.

Él no los hace muertos, no los mata. Ya están espiritualmente muertos y no serán vivificados. Como en Juan 3:17-18 , el contexto muestra que el juicio es de condenación. Tenga en cuenta la posición enfática de πᾶσαν .

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Antiguo Testamento