Pero el Hijo no sólo da vida a quien quiere, sino que también juzga; οὐδὲ γὰρ … υἱῷ. “Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo el juicio dio al Hijo.” “Pues sabiendo que Él mismo es el único mediador de la vida verdadera para los hombres, también puede declarar que todos aquellos que no participan por Él de esta vida dichosa, sólo en ella experimentan el juicio por el cual se hunden en la muerte.

Wendt, ii. 211; y cf. Juan 5:27 . οὐδὲ γὰρ introduce la declaración fresca, que Él juzga, no sólo como la razón de lo que va antes, sino también por sí mismo, como un hecho adicional a ser notado. Parecería una cosa asombrosa que incluso el "juicio", la asignación de los hombres a sus destinos eternos, debería ser entregado al Hijo. Pero así es: y sin excepción, τὴν κρίσιν πᾶσαν, “todo juicio”, de todos los hombres y sin apelación.

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