No te daré mi viña Por las dos últimas palabras la LXX. tiene -la herencia de mis padres". Por supuesto, debe entenderse que Acab expondría ante Jezabel el motivo por el cual Nabot había rechazado la petición de su rey. Pero la narración está mucho más en el carácter con el resto del comportamiento de Acab, si al principio menciona sólo la negativa en blanco. La base para mantenerse firme en su herencia muy probablemente habría encontrado un eco en el corazón de muchos israelitas.

Vemos que Jezabel no le da ninguna pista a nadie sobre la verdadera razón por la que desea quitar de en medio a Nabot. Si lo hubiera hecho, debe haber mencionado la razón de su escrúpulo, y los ancianos de Jezreel, aunque se habían olvidado de las leyes de Jehová, a pesar de todo eso, no se habrían preocupado de dar publicidad a la respuesta de Nabot.

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