el hombre de Dios se enojó Debemos pensar tanto en la tristeza como en la ira. Podemos ver a lo largo de toda la vida de Eliseo, que el bienestar de su país era muy importante para él. De ahí su deseo de que el rey aceptara con entusiasmo el anuncio de la victoria de Dios, y su pesar porque no lo hizo.

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