También he visto esta sabiduría. The Debater señala la moraleja de su máxima anterior con una ilustración especial y difícilmente puede dudarse de que fue una que sus primeros lectores reconocerían, aunque la naturaleza de su método lo llevó a hablar como en sugerencias y dichos oscuros, evitando el elemento histórico por completo, excepto en la medida en que los hombres puedan leer entre líneas.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad