Pero él pensó en desprecio, etc. La ira de Amán era tan excesiva que castigar al hombre que la excitaba le parecía nada. Toda la nación a la que pertenecía su enemigo debía perecer. Un poco más de cuarenta años antes, con el ascenso al trono de Darius Hystaspes, hubo una masacre general de los magos, cuando la gente "mató a todos los magos que se interpusieron en su camino" (Herodes iii. 79). Este y otros ejemplos [67] que podrían aducirse ilustran la tendencia a la venganza apasionada y excesiva por parte de la disposición oriental, que desprecia la vida humana.

Algunos, sin embargo, han visto en la conducta de Amán la operación de un principio más amplio en forma de odio racial, paralelo en días posteriores a estallidos antisemitas en el continente, o la persecución de los cristianos orientales por parte de los turcos.

[67] Por ejemplo, cuando Ciaxares y los medos invitan a un banquete a un gran número de escitas, cuyas depredaciones habían resultado molestas, y los masacran cuando están borrachos (Herodes. i. 106).

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