Los ministros del faraón le sugirieron que no se permitiera que Moisés arruinara Egipto. En consecuencia, hace un intento de llegar a un acuerdo con Moisés; pero cuando Moisés declara que todo el pueblo debe ir a celebrar la fiesta a Jehová, responde que sólo puede ir el hombre. Los ministros muestran por lo que dicen que no los mueve el temor religioso, sino sólo la solicitud por el bienestar de su país, cuyas desgracias atribuyen a Moisés.

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